Esta receta es de mi querida Tara, de su blog
"Mi mundo dulce", donde, además de encontrar otras fantásticas recetas, podréis ver un paso a paso de la que os traigo hoy. Fue ver la foto de este pan y saber que tenía que prepararlo pero ya!!!!, jajaja.
Es un pan esponjoso con un punto dulce y suave sabor a canela, delicioso. Vamos que un desayuno o merienda de lujo.
Ingredientes:
- 380 gr de harina de fuerza
- 10 gr de semillas de lino molidas (yo no las he puesto porque no he encontrado)
- 25 gr de levadura fresca (un cubito)
- 45 gr de aceite vegetal
- 220 gr de agua
- 2 cucharadas de azúcar
- 1 cucharada de vinagre
- 1 pizca de sal
**Relleno:
- 75 gr de mantequilla
- 50 gr de azúcar
- Canela en polvo al gusto
Preparación:
En un vaso, ponemos el agua, tibia, y diluimos en ella el cubito de levadura.
En un bol, ponemos la harina, el azúcar, el aceite, el vinagre y la sal (y las semillas de lino si las ponéis) y agregamos el agua con la levadura. Mezclamos todo muy bien y amasamos durante 6 - 7 minutos (o alguno más) hasta conseguir una bola de masa. En este punto, yo tuve que agregar un poquitito más de harina porque me quedaba tan pegajosa que no podía manejarla, tiene que quedar un poco pegajosa pero sólo un poco.

Dejar reposar, tapada, en un bol, engrasado, hasta que doble su volumen. Si no queréis esperar mucho, haced como yo, meterlo en el horno, encendido a 30º C y en cuestión de 30 minutos casi os habrá triplicado el volumen (es que mi casa es fría y, de otra forma, no leva ni haciéndole la ola, jajaja).
Ahora, ponemos la masa sobre la encimera de la cocina, previamente enharinada, la amasamos un poco para desgasificarla y la estiramos, con ayuda de un rodillo, también enharinado, dándole forma de rectángulo con, aproximadamente, 2 mm de grosor.
Pincelamos la superficie con la mantequilla que habremos derretido, espolvoreamos con el azúcar y con canela al gusto y enrollamos.
Ayudándonos de un cuchillo afilado, vamos a cortar el rollo a lo largo, en 2 mitades, dejando el corte hacia arriba. Formamos una trenza procurando, siempre, que el corte de ambas mitades, quede hacia arriba y, después, formamos un rosco que colocaremos en un molde de unos 15 cm de diámetro (el mío algo más grande, unos 20 cm y desmoldable) previamente engrasado.

Tapamos y volvemos a dejar que leve (yo volví a usar el truco del horno).
Una vez haya doblado su volumen, precalentamos el horno a 200º C y horneamos de 30 a 40 minutos. Yo lo tuve 30 minutos y, a mitad de cocción, le puse papel de aluminio por encima para que no se quemara la superficie.
Sacamos, desmoldamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.