Red velvet cake (pastel de terciopelo rojo)

Ayer fuimos de visita a casa de un familiar y, como no me gusta ir de vacío, siempre llevo algún dulce casero y, esta vez, me apetecía preparar un red velvet, un bizcocho muy rico y jugoso que debe su nombre al color rojo del bizcocho. Para prepararlo, sobre todo el relleno y cobertura, me he basado en la receta de Nuria de CocinArte, porque el bizcocho ya lo había preparado con relleno de ganaché de chocolate blanco. Pero, esta vez, quería un relleno más suave y este de Nuria es perfecto.

Ingredientes:

- 250 gr de harina de repostería
- 1/2 cucharadita de sal
- 115 gr de mantequilla a temp. ambiente
- 300 gr de azúcar glass
- 2 cucharadas de cacao en polvo sin azúcar (tipo Valor)
- 1 cucharada de esencia de vainilla (uso la marca Vahiné)
- 2 huevos "L"
- Colorante rojo
- 240 ml de buttemilk
- 1 cucharadita de vinagre
- 1 cucharadita de bicarbonato sódico

** Para la crema del relleno y cobertura:

- 500 ml de nata para montar (mínimo 30% materia grasa)
- 250 gr de queso crema (tipo philadelphia) a temp. ambiente
- 250 gr de queso mascarpone
- 175 gr aprox. de azúcar glass (yo la eché a ojo)

Preparación:

Vamos precalentando el horno a 170º C.

Por un lado, tamizamos la harina con el cacao y la sal. Reservamos.

Por otro lado, batimos la mantequilla un par de minutos hasta que quede cremosa, le añadimos el azúcar y seguimos batiendo hasta integrar bien. Añadimos los huevos de uno en uno mezclando bien antes de añadir el otro. Después, echamos la vainilla y seguimos batiendo.

En otro bol, mezclamos la buttermilk con el colorante rojo (si no encontráis buttermilk, la hacéis casera sin problema mezclando 240 ml de leche y una cucharada de vinagre o de zumo de limón. Se deja reposar 10 minutos y listo. Adquirirá un aspecto de leche cortada, es así, no penséis que se os ha estropeado. De todas formas, yo la encuentro en el Alcampo, aunque, esta vez, la hice en casa).

Ahora, con la batidora a velocidad baja, vamos mezclando la harina y la buttermilk, con la mezcla de mantequilla, alternando ambas. Acabaremos con la buttermilk y habremos hecho 3 adiciones (harina - buttermilk, harina - buttermilk y harina - buttermilk).

Para terminar, mezclamos el vinagre con el bicarbonato y, cuando haga efervescencia, lo agregamos a la masa, mezclamos bien y ponemos la masa en el molde (yo lo forro con papel de hornear para evitar que se pegue la masa).

Metemos en el horno y dejamos de 45 minutos a 1 hora, dependerá del horno. Comprobamos pinchando con un palillo y, si sale limpio, lo tenemos hecho.

Sacamos y dejamos templar dentro del molde antes de pasarlo a enfriar a una rejilla ya desmoldado.

Aquí tenéis el bizcocho enfriándose

Es un bizcocho muy tierno y se desmiga con facilidad así que, como aconseja Nuria, es mejor cortarlo semicongelado, salvo que, como en mi caso, dispongáis de una lira corta tartas.

**Relleno y cobertura:

Batimos juntos ambos quesos hasta conseguir una crema. Por otro lado, montamos la nata con el azúcar hasta que esté bien firme (yo le añado estabilizante de nata, pero no es imprescindible).

Vamos mezclando, con suavidad, la nata y los quesos hasta que esté bien mezclado.

**Montar la tarta:

Primero cortamos el bizcocho en varias capar, en mi caso 3 y colocamos la capa base en la bandeja donde vayamos a poner la tarta. Si se quiere, se puede emborrachar un poco cada capa con almíbar de vainilla que haremos poniendo a hervir agua con azúcar y esencia de vainilla. Yo lo hice y le da aún más jugosidad.

Vamos rellenando las capas con la crema sin llegar a los bordes porque, luego, se expande y se nos sale.

Cuando tengamos puesto todo el relleno, cubrimos la tarta con la misma crema procurando que quede una cobertura lisita.

Podemos adornar al gusto, yo le puse virutas de chocolate.

Como no la comimos en casa, no hice foto del corte, pero tenía una pintaaaaaaa, jejeje.